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La automedicación, es un proceso en el que la persona interviene por cuenta propia y administra ciertos medicamentos sin requerimientos ni supervisión de profesionales de la salud.  La embarazada está frecuentemente expuesta al uso de medicamentos para el tratamiento de síntomas propios de la gestación. La investigación consistió en determinar el nivel de conocimiento sobre los medicamentos que ejercen efectos adversos en el feto, de las pacientes que asistieron a la consulta prenatal en el ambulatorio del IVSS “Dr. Carlos Martí Buffil” de la ciudad de Barcelona, Anzoátegui, en el periodo de Octubre 2011 a Enero 2012. El equipo investigador se dirigió a un centro de atención médica especializada, publica, perteneciente al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), “Dr. Carlos Martí Buffil”, en la consulta de atención prenatal, desarrollada los días lunes y jueves, donde asisten mujeres embarazadas, que aceptaron voluntariamente colaborar con la investigación, respondiendo a las preguntas realizadas a través de una encuesta. Se encuestaron un total de 70 pacientes de las cuales solo 17 afirmaron haberse automedicado, el 58.82% de estas recordaba el medicamento utilizado, siendo el Ibuprofeno el medicamento de mayor consumo. El 45.71% de las mujeres embarazadas refiere que si conoce los medicamentos nocivos durante el embarazo. Con este estudio se demuestra que el 75.71% de las encuestadas no se automedica, lo que indica que las pacientes embarazadas están conscientes de las consecuencias adversas o negativas  que les podría traer el uso de medicamentos sin prescripción médica al feto en desarrollo.

Palabras clave: embarazo, automedicación, prenatal, Anzoátegui, riesgo.

Introducción

La automedicación, es un proceso en el que la persona interviene por cuenta propia y administra ciertos medicamentos sin requerimientos ni supervisión de profesionales de la salud. Esto puede con el paso del tiempo, convertirse en un hecho cotidiano y habitual en muchas personas.

Las anomalías, malformaciones o defectos congénitos son sinónimos que se utilizan para describir las anormalidades estructurales, de la conducta, funcionales y metabólicas que ya se encuentran al momento del nacimiento.

Por otra parte, los teratógenos son agentes que producen malformaciones durante el desarrollo prenatal(1), estos actúan de modo específico sobre las células y tejidos en desarrollo para dar lugar a una embriogénesis anormal, que pueden ser, además de la muerte, malformaciones, retardo del crecimiento y trastornos funcionales(2).

La embarazada está frecuentemente expuesta al uso de fármacos teratogénicos para el tratamiento de síntomas propios de la gestación, de patologías propias del embarazo, de enfermedades intercurrentes y crónicas, como también al consumo de sustancias socialmente aceptadas, como el alcohol, el tabaco, el café, y el uso de drogas adictivas.

Esto ha sido siempre sin lugar a dudas, una de las situaciones preocupantes para el obstetra, neonatólogo, pediatra y genetista, por la repercusión del uso de medicamentos en la paciente embarazada y el posible riesgo que puede presentar para el feto, la madre o ambos.

El uso de medicamentos con y sin receta durante el embarazo es sorprendentemente frecuente. Entre el 40% y el 90% de las embarazadas consumen al menos un fármaco durante el embarazado. Varios estudios han señalado que las embarazadas toman una media de cuatro fármacos, aparte de los suplementos nutricionales, y que aproximadamente la mitad de estas mujeres lo toman durante el primer trimestre. Aunque solo el 7%-10% de las anomalías están causadas por teratógenos identificables, continúan identificándose nuevos fármacos(3).

Se considera que con una adecuada estrategia de información dirigida a todas las mujeres y en especial a las adolescentes se pueden alcanzar un gran número de beneficios que favorezcan a la población femenina antes, durante y después del proceso de gestación, que incluya el control prenatal por parte de un especialista que oriente el embarazo de forma adecuada, minimizando de esta manera el consumo indebido de medicamentos por cuenta propia.

Por las razones expresadas en estas líneas este estudio se enfoca al tema haciendo una reseña de hechos relacionados con el mismo, estudiados con anterioridad, considerando que la automedicación es una práctica de las más nocivas a las que nos enfrentamos cada día aunque, contrariamente a la razón, es de las más usadas en la sociedad actual.

Finalmente se quiere significar que un trabajo de la magnitud como lo es la determinación del nivel de conocimiento de las pacientes embarazadas sobre los medicamentos que ejercen efectos adversos en el feto, difícilmente puede ser abordado exhaustivamente, principalmente por la dificultad en el seguimiento de la paciente posterior al parto.  Sin embargo se trataron de tocar los aspectos más resaltantes que sirvan de motivación a futuras investigaciones sobre el tema.

Objetivos

Objetivo General

Determinar el nivel de conocimiento sobre los medicamentos que ejercen efectos adversos en el feto, de las pacientes que asistieron a la consulta prenatal en el ambulatorio del IVSS “Dr. Carlos Martí Buffil” Barcelona Edo.  Anzoátegui, en el Octubre 2011 y Enero 2012.

Objetivos Específicos

  • Identificar el conocimiento de las pacientes que asisten al control prenatal en el ambulatorio IVSS “Dr. Carlos Martí Buffil”, de Barcelona, edo. Anzoátegui, sobre los medicamentos no permitidos durante el embarazo,
  • Determinar el grado de auto medicación existente en las pacientes en el periodo de gestación, que asisten al control prenatal en el ambulatorio IVSS “Dr. Carlos Martí Buffil” de Barcelona, Edo. Anzoátegui.
  • Precisar los medicamentos más usados por las pacientes embarazadas, sin indicación médica, que asisten a la consulta de control prenatal, en el ambulatorio “Dr. Carlos Martí Buffil” de Barcelona, edo. Anzoátegui.
  • Determinar cuáles son las personas más influyentes a la hora de tomar algún medicamento sin prescripción médica, en las pacientes que asisten al control prenatal en el ambulatorio del IVSS “Dr. Carlos Martí Buffil” en Barcelona, edo. Anzoátegui.
  • Analizar la edad gestacional en que comienzan el control prenatal y la necesidad de auto medicarse, de las pacientes que asisten al control prenatal en el ambulatorio del IVSS “Dr. Carlos Martí Buffil” en Barcelona, edo. Anzoátegui.
    Materiales y métodos

Tipo de investigación

Es un estudio de propósito utilitario por presentar planteamientos concretos, orientados a resolver problemas reales e inmediatos, descriptivo que permite la recolección de la información de los medicamentos utilizados sin prescripción facultativa, transversal y participativo ya que ha sido diseñado para incluir en la entrevistas a pacientes embarazadas, se hayan auto medicado o no.

Diseño de investigación

La estrategia empleada en el diseño metodológico es de campo, ya que  es aquella que consiste en la recolección de datos directamente de los sujetos investigados o manipular o controlar sin alterar las condiciones existentes.

Área de investigación

Centro Ambulatorio Dr. Carlos Martí Buffil, Av. Barrio Sucre, en la ciudad de Barcelona. Este centro de atención médica especializada publica, pertenece a la red de atención para la salud del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) en el Edo. Anzoátegui.

Método

El equipo investigador se dirigió al centro de atención medica antes mencionado, a la consulta de atención prenatal, desarrollada los días lunes y jueves, donde asisten mujeres embarazadas que aceptaron voluntariamente colaborar con nuestra investigación, respondiendo a las preguntas realizadas a través de una encuesta elaborada para este fin.  Este instrumento de recolección de datos fue utilizado buscando respuestas específicas estructuradas en tres partes a saber, la primera parte explicativa, la segunda parte social y la tercera parte sobre la automedicación, compuesta por nueve (9) preguntas, de respuesta sencilla (Fig. 1).

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Procesamiento estadístico para el análisis de los datos

Se ordenaron y tabularon los datos obtenidos y esta información se analizó empleando la estadística descriptiva para cada variable, a través de análisis de frecuencia y porcentaje. Los resultados se presentaron en tablas con conclusiones según cada caso.

Resultados

De las pacientes que asistieron a la consulta prenatal en el ambulatorio del IVSS “Dr. Carlos Martí Buffil” de la ciudad de Barcelona, se encuestaron un total de 70 mujeres, de las cuales el 100%  se encontraba en periodo de gestación. (Tabla 1)

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De las 70 pacientes encuestadas, el 5.71% se encuentra en un periodo de 1 a 12 semanas de embarazo (en el primer trimestre de la gestación), el 41.43% se encuentra de 13 a 27 semanas de embarazo (segundo trimestre de gestación) y el  41.43% restante se encuentra en un periodo entre las 28 a 40 semanas de embarazo (tercer trimestre de gestación) (Tabla 2)

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El 2.86% de las pacientes encuestadas tienen cinco (5) o más hijos, el 4.28% tiene cuatro (4) hijos, el 12.86% tiene tres (3) hijos, el 50.00% tiene dos (2) hijos y  el 30.00% tiene un (1) hijo. (Tabla 3)

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De setenta (70) mujeres encuestadas el 24.29% admitió haber tomado medicamentos no indicados por el médico, y el 75.71% han seguido correctamente las indicaciones dadas por el médico especialista, en este caso el obstetra (Tabla 4)

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De la totalidad de las mujeres encuestadas el 90% afirma no haber tomado medicamentos indicados o sugeridos por algún familiar, amigo o farmaceuta, al contrario del 10% restante, las cuales confirman haber seguido las recomendaciones de alguno de estos grupos de personas. (Tabla 5)

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Del 100% de las encuestadas, el 7.14% confesó que se ha medicado por iniciativa propia y el 92.86% dijo que no se ha automedicado. (Tabla 6)

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De las setenta (70) pacientes encuestadas, el 45.71% si está al tanto de los medicamentos no permitidos en el embarazo, el 54.29% restante no tiene conocimiento acerca de los medicamentos no permitidos durante el periodo de gestación. (Tabla 7)

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De las diecisiete (17) pacientes encuestadas que si tomaron medicamentos no indicados por un médico especialista, el 58.82% de ellas si recuerdan cual fue el medicamento usado, y el 41.18% no lo recuerda. (Tabla 8)

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Del 57.00% de las paciente que recuerdan cual fue el medicamento usado, que equivale a diez (10) mujeres embarazadas, el 10.00% de ellas tomo anticonceptivos, el 10.00% tomo salbutamol, el 40.00% tomo ibuprofeno, 10.00% vitaminas, 10.00% Broxol y el 20.00% restante acetaminofén. (Tabla 9)

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Las pacientes que iniciaron su control prenatal mas tardíamente, o sea, en el 3er trimestre del embarazo fueron más propensas a auto medicarse, un 52.94%, en comparación con aquellas que lo iniciaron en el primer trimestre del embarazo con un 5.88% del total encuestadas, y el 41.00% restante comenzó el control prenatal en el segundo trimestre del embarazo (Tabla 10)

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Discusión

Los resultados de nuestro estudio arrojaron un nivel de automedicación bajo, ya que solo el 24.29% de las pacientes han tomado medicamentos no indicados por el médico. Con esto se puede demostrar que la mayoría de las pacientes no ingieren medicamentos que no hayan sido prescritos con anterioridad por su médico, lo que quiere decir que estas están consientes de las consecuencias adversas o negativas que le podría traer el uso de medicamentos no indicados por el médico, al embrión o feto. Sin embargo, si se considera que existe una asociación demostrada de ingesta de medicamentos durante el embarazo con ciertas malformaciones congénitas(4), es preocupante que aunque sea en un nivel bajo, aun se practique una automedicación en nuestra sociedad como la descrita tanto en el presente estudio como en estudios similares.

También se pudo demostrar que solo un 10% ha tomado medicamentos indicados o sugeridos por algún familiar, amigo o farmacéutica. Lo que nos permite deducir que la mayoría de las pacientes están consientes de que no es lo mejor tomar medicamentos sin prescripción médica, ya que solo los especialistas saben con exactitud y con base cual es la sustancia más conveniente y menos perjudicial para que el feto tenga un desarrollo correcto y que así el producto del periodo de gestación nazca y crezca normalmente y sin complicaciones.

Una automedicación incorrecta resulta, en sentido general, de las actitudes y expectativas del individuo y de sus características psicobiológicas y socioculturales que influyen en el curso del malestar y en el papel que los medicamentos puedan tener para satisfacer sus necesidades(5).

La industria farmacéutica tiene un papel determinante en el mercado y en las condiciones de uso de los medicamentos. A los dueños de farmacias privadas se les debe insistir en la necesidad de disponer de profesionales de los medicamentos, de capacitar y actualizar a los empleados no profesionales en buenas prácticas de farmacia; también sobre los riesgos de ciertas prácticas de prescripción sean autorizadas o no, y sobre la urgencia de transformar la farmacia en un servicio farmacéutico de primer nivel. Así mismo, sensibilizarlos acerca del enorme potencial que tienen para hacer evolucionar positivamente las actuales deficiencias en el uso de los fármacos por parte de la comunidad y apoyar el uso de los medicamentos esenciales en genéricos, teniendo en cuenta la valoración de la información científica (6). Además, deben discutir con el usuario el costo del fármaco el cual puede influenciar la elección(7).

Cabe destacar que las personas, la mayoría de las veces, se automedican a pesar de las evidencias reportadas de que ciertos medicamentos no son elementos fundamentales en el mejoramiento de su salud y bienestar(8). Una evidencia frecuente de esto es el uso incorrecto e innecesario de antibióticos en enfermedades virales o ante síntomas como fiebre, dolor y diarrea sin consultar al médico, dando lugar, en ocasiones, a un incremento en la resistencia de las bacterias patógenas al antimicrobiano utilizado lo cual puede tener consecuencias clínicas, económicas y sociales graves.

Tres casos concretos ilustran esta problemática: la hipertensión pulmonar por cierre precoz del ductus arterioso por uso de antiinflamatorios no esteroideos, el síndrome de abstinencia por uso de benzodiacepinas, depresión respiratoria y sedación por el uso de opioides pocas horas antes del parto(9).

El motivo de automedicación más frecuente en este estudio fue el ibuprofeno, ya que este es utilizado normalmente para casos comunes como dolores de cabeza, dentales, musculares, entre otros. Sin embargo, actualmente se conoce que el ibuprofeno está en la clasificación de riesgo B, es un inhibidor de la síntesis de prostaglandina y debe evitarse su uso durante el embarazo especialmente en el tercer trimestre, por su asociación con el cierre prematuro del ductus arterioso.

Después del ibuprofeno el más usado fue el acetaminofen, nuevamente un teratógeno de riesgo B, el cual puede cruzar la placenta fácilmente, y no hay informes sobre efectos adversos en el feto, por lo que es el analgésico antipirético de elección durante el embarazo. Por último encontramos broxol, salbutamol, vitaminas y anticonceptivos, estos últimos de categoría X, con efecto teratogénicos destacándose las malformaciones cardiovasculares y defectos del sistema nervioso central(10).

Hay que recordar el proceso de desarrollo de nuevos medicamentos incluye una serie de pruebas preclínicas y clínicas para explorar la eficacia y seguridad de los nuevos fármacos. Como parte de este proceso, algunos de los estudios en animales se llevan a cabo para evaluar el efecto de los nuevos fármacos sobre los procesos reproductivos. Estos estudios son llamados de desarrollo de toxicidad reproductiva y sus resultados son parte de la base de la información etiquetada en el medicamento.

Sin embargo, cuando el consumidor es un mujer embarazada surgen un problema, ya que, muchas veces, el conocimiento de su seguridad es incompleto, debido a las peculiaridades de los estudios de investigación y desarrollo de fármacos; por ejemplo, no se realizan ensayos clínicos controlados en grupos de mujeres gestantes por razones éticas. La información disponible de seguridad durante la gestación se ha obtenido de estudios realizados en animales de experimentación con serias limitaciones para ser extrapoladas al ser humano, a lo que se suma el desconocimiento del mecanismo de acción de muchos teratógenos y la gran variabilidad en su expresión. Lo anotado hace que sea escasa la información disponible para la toma de decisiones de prescripción en el embarazo.

No obstante, el empleo de medicamentos es imprescindible en muchas ocasiones para la culminación adecuada de la gestación. Existe entonces la paradoja de no investigar de manera sistemática los medicamentos en fase de pre-comercialización en ciertos grupos vulnerables (niños, embarazadas, ancianos) por consideraciones éticas; sin embargo, una vez comercializados, los medicamentos se utilizan de manera no controlada en los grupos mencionados, lo que plantea la necesidad de realizar un seguimiento a todas las mujeres que requieran de cierto tratamiento durante su periodo de gestación.

La información obtenida en esta investigación debe ser el punto de partida para diseñar acciones correctivas en la comunidad universitaria, tendientes a lograr un cambio de actitud en el sentido de no automedicarse, especialmente, en el caso de mujeres en gestación, las cuales deben ser concientizadas sobre los riesgos de la automedicación y estimuladas a acudir a un médico especialista para seguimiento adecuado.

Si bien en el presente trabajo se encontró un bajo porcentaje de embarazadas que consumen algún tipo de medicamentos durante su período de gestación, esas posibles malformaciones o disrupciones acompañarán a individuo nacido durante toda su vida y marcarán al mismo en lo personal e impactarán en el sistema sanitario, social, y económico de un país(11). Por lo tanto, es deseable pues, que se pueda reducir el consumo de medicamentos al mínimo indispensable durante el embarazo.

Resulta recomendable desalentar el uso sin la prescripción médica adecuada. Las políticas públicas deben garantizar acciones de prevención primaria que tengan como objetivo principal evitar el uso indebido de medicamentos durante el período de embarazo.

Conclusiones

Después de analizar los resultados obtenidos en esta investigación podemos concluir que la automedicación no es una práctica frecuente entre las mujeres, ya que de 70 pacientes encuestadas, representando al 100% de la población estudiada, el 70% no se automedica, sino que asiste al médico y un 20% si ha utilizado medicamentos no indicados por el médico, lo que nos indica que las pacientes embarazadas están consientes de las consecuencias adversas o negativas que les podría traer el uso de medicamentos no recomendados por un médico.

Observamos que del 100% de las pacientes encuestadas, el 54.29% no conoce los medicamentos nocivos durante el embarazo, el 45.71% refiere que si los conoce, pero independientemente del conocimiento sobre el tema prefieren la recomendación del médico.
Podemos decir que la mayoría de las pacientes, el 24.29% no se ha automedicado durante el embarazo y acude al centro asistencial cuando presenta algún problema de salud.

Apreciamos que de 70 pacientes encuestadas, solo 15 se automedicaron, de las cuales 9 de ellas, que representa el 57%, recordaba el medicamento utilizado y el 43% no lo recordaba, siendo el Ibuprofeno el medicamento más utilizado, representando un 40%, seguido del acetaminofen con un 20%, ambos analgésicos, y en igual proporción porcentual encontramos al salbutamol, el broxol (ambroxol), anticonceptivas y vitaminas, con el 10%.

Se pudo demostrar que del 100% de las pacientes encuestadas, el 90% no ha consumido medicamentos recomendados por un familiar, amigo o farmacéutica, demostrándonos que los pacientes están al tanto de que estas personas no están suficientemente informadas sobre los medicamentos contraindicados en el embarazo. De esta manera se manifestó el médico como la persona más influyente en las pacientes a la hora de consumir algún medicamento.

Haciendo un cruce de información sobre las pacientes que se automedicaron y la edad gestacional en la que comenzaron el control prenatal, observamos que el 52,94% de las pacientes que se automedicaron comenzaron el control prenatal en el tercer trimestre del embarazo, el 41% en el segundo trimestre y solo el 5,88% comenzó el control prenatal en el primer trimestre del embarazo, lo que nos indica que el comenzar el control prenatal en etapas tempranas del embarazo, las pacientes se vieron más propensas a la automedicación.

Reconocimientos y agradecimientos

A mis primas Daniela Garrido Pipaón y su madre, la Dra. Alba Pipaón Zambrano, por todo su apoyo incondicional, dedicación, constancia y esmero; por ser las futuras colegas con las que siempre podremos contar; por  todo el material brindado que permitió la realización de este trabajo; por todo esto y más muchas gracias.
A nuestros padres, porque gracias a su apoyo y consejos, hemos llegado a realizar grandes metas lo cual constituye la herencia más valiosa que pudiéramos recibir.
A toda la comunidad de SOCIEM en general, por su trabajo cotidiano y por su dedicación para que nuestra institución se distinga con luz propia; por iniciarnos y motivarnos a trabajar en el campo de la investigación con el único fin de crecer como profesionales.
A todas las pacientes encuestadas en este y todos los trabajos de investigación en el campo de la salud, por permitir y colaborar con estudios científicos que ayudaran a renovar la comprensión de nuestro organismo, mejorando nuestra calidad de vida y la de las próximas generaciones

Bibliografía

  1. González L. coordinador. Diccionario Espasa de Medicina. Calpe: Espasa; 1999.
  2. Langman S. Embriología Médica: con orientación clínica. 10a edición. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2009.
  3. Moore KL, Persaud TV. Embriología Clínica. 8a ed. Madrid: Elsevier; 2008.
  4. Laporte JR, Diogenes E, Aragón C, Vidal X. Detección y cuantificación de reacciones adversas sobre el embrión y el feto; estudios y registros de malformaciones congénitas. Med Clín (Barc). 1986;36:31-5.
  5. Tobón FA. Estudio sobre automedicación en la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Iateria. 2002;15(4): 242-247.
  6. Spinak E. Los análisis cuantitativos de la literatura científica y su validez para juzgar la producción latinoamericana. Bol Of Sanit Panam 1996; 120: 139-147.
  7. Graham JA. What consumers want to know about medicines. Australian Prescriber 1995; 18: 10-12.
  8. Organización Mundial de la Salud. Conferencia Internacional sobre la mejora del uso de los medicamentos. Boletín de medicamentos esenciales 1997;23: 6-12.
  9. López J, Vacca C, Rodríguez M, Orozco J, Holguín E. Medicamentos usados durante el embarazo: Proyecto MUDE. Rev. Col. Cienc. Quím. Farm. 2006;35(2):259-262.
  10. Gomes KR. Prevalence of use of medicines during pregnancy and its relationship to maternal factors. Saude Publica. 1999; 33(3):246-254.
  11. Bánhidy F, Lowry RB, Czeizel AE. Risk and Benefit of Drug Use During Pregnancy. Int J Med Sci. 2005; 2:100-106.

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