Tanto en el ámbito nacional como mundial existe una necesidad creciente de nuevos fármacos para el control de dolencias y enfermedades de larga data en la humanidad como el cáncer, el tratamiento de enfermedades resurgentes como la tuberculosis y la malaria, así como patologías emergentes como el SIDA debido al VIH, la gripe por Influenza, y otras enfermedades infecciosas de origen viral, bacteriano o parasitario.
Hasta el momento, poco más de 1% de las especies tropicales ha sido evaluado para su uso medicinal; sin embargo, 25 % de las prescripciones comercializadas en los países occidentales posee compuestos derivados de especies vegetales autóctonas de estas áreas.
Por otra parte, el número de drogas sintéticas para las cuales productos naturales derivados de plantas han servido de modelo, o de punto de partida para la síntesis de nuevas drogas, desde la aspirina hasta la procaína, es extenso. Fármacos que no siempre son accesibles a la mayoría de la población mundial.
En este momento se tienen resultados acumulados que representan la base teórica y metodológica del proyecto. Disponemos de una base de datos etnobiológica con más de 11.000 entradas que cubren más de 5.000 especies neotropicales y, además, datos sobre más de 8.000 colecciones botánicas de diversas regiones del país. Por otra parte, contamos con un cierto número de extractos cuyo estudio químico y de actividad biológica está en curso en diversos laboratorios del IVIC.
La medicina moderna debe a la tradición la posibilidad de conocer plantas, cuyos principios después se aislaron y que seguramente no se habrían llegado a investigar si dichas plantas no se hubieran conocido previamente.