Una alteración ocurrida en las membranas de las células de la placenta está asociada a los signos más comunes durante la preeclampsia como la hipertensión arterial, según determinaron especialistas del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), quienes desde hace más de dos décadas estudian esta patología.

El hallazgo indica que el desequilibro en la relación calcio – magnesio producido en las membranas de estas células favorece el estrés oxidativo de las mismas, propiciando el cuadro clínico observado en la gestante pleeclámtica y caracterizado por el aumento de la presión arterial, la pérdida sustancial de proteína en la orina y la aparición de edema.

Conocer los procesos y cambios que experimentan las células durante las enfermedades aporta información útil para descifrar su origen, e incluso ofrecer mejores opciones de tratamiento. Estos datos tienen un valor fundamental cuando se desconoce la causa que origina las complicaciones de salud, como en el caso de la preeclampsia, condición exclusiva de la mujer embarazada.

La investigación forma parte de los resultados obtenidos en la tesis de doctorado en Bioquímica, realizada por Delia Indira Chiarello. En su trabajo, se planteó dilucidar la función del sulfato de magnesio frente al desequilibrio de la relación calcio – magnesio ocurrido en las membranas de la placenta. Desde hace más de seis décadas esta sal ha sido la terapia empleada para detener el cuadro de la preeclampsia severa.

“Al incubar las membranas de la placenta preeclámptica con sulfato de magnesio disminuyen sus contenidos de calcio y aumentan los de magnesio, observándose las una disminución significativa del estrés oxidativo en ellas”, detalló.

Hasta el momento se desconoce el origen de esta enfermedad que tiene una incidencia de 7 % a 10% en Venezuela, según indicó la investigadora del Ivic y miembro del equipo del Laboratorio de Bioenergética Celular que ha estudiado el problema de salud de las gestantes, Cilia Abad.

En beneficio de la salud materna

Buscar las placentas en la maternidad, trasladarlas en condiciones especiales al Ivic para evitar su deterioro, inducir en laboratorio condiciones experimentales de preeclampsia a las placentas sanas, hacer los ensayos con las sustancias estudiadas y analizar los resultados obtenidos forman parte de las tareas emprendidas en este proyecto.

Los investigadores del Ivic, Fulgencio Proverbio (emérito), Reinaldo Marín (emérito) y Cilia Abad, junto a las profesionales asociadas a la investigación Delia Chiarello, Sandy Piñeira y Desirée Botana conforman el equipo multidisciplinario encargado del trabajo.

En un estudio previo el grupo de especialistas propuso al gluconato de magnesio, otra sal de este mineral, como opción de tratamiento en la preeclampsia. Encontrar una nueva alternativa terapéutica que pudiese ser suministrada por vía oral y que también cumpliera de forma eficaz su labor en la detención y prevención del cuadro clínico de la preeclampsia fueron sus objetivos iniciales.

Tradicionalmente se ha empleado al sulfato de magnesio para paralizar la sintomatología de la enfermedad, sin embargo esta terapia es administrada únicamente por vía endovenosa, lo que implica la hospitalización en un centro de salud.

Por su parte, el gluconato de magnesio ha respondido de forma satisfactoria a las pruebas realizadas en el laboratorio de Bioenergética Celular, lo que sentó las bases para considerarlo como una posible terapia en la preeclampsia capaz de ser aplicada antes de presentarse un cuadro severo del síndrome. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad es responsable del 80% de los casos de mortalidad materna.

El avance en la investigación fue posible gracias al conocimiento del comportamiento molecular de las células en la placenta. “Los hallazgos de este estudio representan un eslabón en el conocimiento de esta complicación del embarazo, que desde hace miles de años ha atacado a la especie humana”, afirmó el investigador, Reinaldo Marín. Actualmente se está realizando experimentación con modelos animales, a fin de determinar los procesos ocurridos en los tejidos durante la enfermedad y su tratamiento, con la esperanza de obtener soluciones novedosas frente a la preeclampsia.

Exclusivo en mujeres embarazadas

La mujer embarazada es el único ser vivo vulnerable a la preeclampsia. Descrita desde los tiempos de la antigua Grecia, esta condición afecta al organismo femenino durante la gestación y se manifiesta a través del aumento de la tensión arterial, el incremento de proteínas en la orina y la aparición de edema. Descubrir el origen de esta complicación médica ha sido tema de investigación para muchos científicos alrededor del mundo. Se presume que la obesidad, los embarazos múltiples, los antecedentes de hipertensión arterial o diabetes y tener más de 35 años aumentan las probabilidades de padecerla. Según la OMS, una cuarta parte de las defunciones maternas en América Latina se relacionan con esta enfermedad. En un informe de recomendaciones para la prevención y el tratamiento de la preeclampsia, el organismo plantea la necesidad de mantener un control adecuado prenatal proporcionado por el médico especialista, a fin de monitorizar el estado de salud de la gestante

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