La historia del síndrome de Werther se refiere a un joven excéntrico vestido de azul y amarillo descrito por Goethe, héroe del amor romántico no correspondido en Las Penas del Joven Werther. Es una novela a modo de cartas escrita en un pueblo pastoral. En un lenguaje sencillo nos dice porque no vale la pena vivir y recuerda que solo somos centellas en el Universo.
Por primera vez, en los años 1.700, se plantea la salud mental en la literatura la ansiedad, la depresión y el suicidio. Su asequible y bella nota de despedida de la vida induce en un brote de suicidios de hombres y mujeres jóvenes a imitarlo en el modo de morir.
Surge en Alemania una Werthermania: chaquetas y pantalones, tazas de café, libretas y otras parafernalias de colores llamativas que recuerdan al personaje que muere por amor. La masiva reacción obliga emitir una ley para prohibir la venta del libro.
Rodrigo y Rosa no se conocen pero tienen en común escoger la salida de la muerte.
Escogen la solución permanente a un problema temporal…La muerte es la solución a mis problemas, no quiero ser una carga para mi familia, estarán mejor sin mi… Son frases internas suicidiogénicas que si las verbalizan lanzan mensajes S.O.S. a los cuales se deben prestar atención y ayuda inmediata. Sucede que las crisis de suicidio son transitorias, limitadas en el tiempo. Lo natural es sobrevivir.
Estrategias reeducables, como las cognitivas, enseñan la elaboración de imágenes positivas y solución de problemas y las conductuales desarrollan la tolerancia al malestar por medio de la relajación, meditación y el ejercicio. Ambas son medidas preventivas del suicidio. Así mismo el entrenamiento para el manejo de la rabia.
El suicidio es un acto consciente, es un proceso del pensamiento de aniquilación autoinducida.
No hablar sobre el tema es arriesgado.
Pedirle a un joven que informe sobre sus planes de cometer suicidio, pensar que rara vez se cumple la advertencia de quitarse la vida y creer que no se puede atajar la decisión de dejar de vivir son algunos de los mitos que engloban el síndrome de Werther.