Si bien la positividad del VHC en pacientes en hemodiálisis, actualmente no contraindica el trasplante renal, no es menos cierto que la sobrevida de los pacientes trasplantados renales e infectados por el VHC es menor que en aquellos pacientes sin infección por el VHC (5). Aroldi A et al, demuestran así mismo que la presencia del VHC reduce en forma significativa la sobrevida a largo plazo tanto de los pacientes como del injerto renal, siendo la insuficiencia hepática la segunda causa de muerte en estos pacientes (6). Behzad- Behbahani A et al, observan en su trabajo que no existe disfunción renal en el primer año post-trasplante renal en pacientes infectados por el virus de hepatitis C, pero señalan que a largo plazo la pérdida del injerto es posible (3). De acuerdo a las KDIGO (Kidney Disease Improving Global Outcomes), se sugiere que los pacientes trasplantados renales infectados por el VHC deben ser tratados con Interferón combinado con Ribavirina, teniendo presente que el uso de Interferón en pacientes trasplantados renales se asocia con un incremento en el riesgo de rechazo. (7)
El virus de hepatitis C, también ha sido implicado en la patogenia de la glomerulonefritis tanto en los riñones nativos como en los riñones trasplantados. (7)